jueves, 9 de agosto de 2012

Primer día como astrónomo

Primer día

Supongo, que la mayoría de aficionados a este mundo, recordarán su primer día como algo increíble e inolvidable... Bien. Yo particularmente recuerdo este día inolvidable pero como nefasto.

El cielo de Barcelona como el de cualquier otra ciudad es vomitivo, la luz anaranjada de las farolas parecen nubes impenetrables para los telescopios y hacen invisibles un enorme porcentaje de las estrellas y cuerpos celestes que podríamos ver si estuviéramos perdidos en la montaña.

Aún así, sin tener ni pajolera idea de que podría ver ( Solo sabia que mi balcón estaba orientado hacia Noreste ) eché valor y me puse a mirar por el telescopio.

Por suerte, aun estando en condiciones tan pésimas para la observación me di cuenta que con él podía ver muchas más estrellas que a simple vista, cosa que me ilusionó.

Estuve un buen rato (un par de horas) viendo estrellas y más estrellas pero me fue imposible orientarme correctamente porque gracias a las farolas no pude ni encontrar la estrella polar.

Mi sensación mientras recogía el telescopio del balcón fue algo así como... "mierda, me he gastado 200€ y no podre ver nada de nada"...

Luego entendí que como es obvio aunque la ilusión me obcecó, no puedes ir a ningún sitio sin una buena carta celeste o algo similar...




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